domingo, 11 de noviembre de 2012

Obsesión de amor



Me subí de nuevo al tren, no me lo podía creer: allí estaba yo, plantado otra vez en el andén. Qué podía hacer, ¿suplicarle más? No, ya lo había hecho hasta la saciedad «¿Para qué insistir más, si ella estaba harta de mis hazañas, o no? Mmmm... ¡Tal vez! ¡Quién sabe! ¡A lo mejor!» –me arengué «Necesitaré una pluma, una rosa y un papel.»  
Apresurado busqué una tienda, conseguí la pluma y escribí: 'Cuando se ama de verdad no se pide perdón, se ama; y si se ama, no se lástima. Sin embargo, te pido una última oportunidad para amarte. Recibe esta rosa como símbolo de fidelidad a nuestro juramento de amor, déjame velar por ti, cada día, cuando te regale una nueva flor.' 
Con los ojos encharcados busqué a la vendedora de rosas, pero no le quedaban más. Corrí por las otras tiendas buscando aquella rosa que no puede encontrar, hasta que sonó el claxon del tren, fue entonces cuando decidí hacerle una de papel. 
«Sí se la daré ¡Me perdonará! » –pensé. Llegué hasta la fila del asiento, la miré y le entregué la flor. 
¿Quién es ese? –preguntó su acompañante. 
Mi ex-novio de la infancia –contestó ella, sin abrir la flor, ni la nota que llevaba dentro.

Baker Life
panaderodelavida.blogspot.com 





German Darío Ricaurte García
-panadero de la vida-

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