domingo, 13 de mayo de 2012

Sensación de mamá



En el camino hacia la madurez
vemos que Dios encomendó a la mujer
una tarea tan comprometida que,
quizás, sea la más importante para ningún otro Ser. 

Gestar la vida de una criatura
sólo puede compararse con la acción misma del creador,
aun cuando se sabe del intenso dolor, la mujer llega a procesar
tanta felicidad que repite en el milagro de alumbrar. 

Sólo esa sublime sensación puede soportar
aquel castigo; recordemos la manzana en el Edén,
pero, paradojas del destino, 
vale más cualquier caricia que un tirón en el ombligo.

Supongo a un corazón desenfrenado la primera vez que recibiste
la encomienda de ser mamá. Seguro que Ani, tu hija, experimenta día a
día el intachable camino hacia tu madurez. Espero que juntas desborden
las mismas caricias que fuimos testigos los dos con nuestra madre.

¡Feliz vida de madre, hermanita!
  
German Darío Ricaurte García
-panadero de la vida!

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